¡BIENVENIDOS A UNA NUEVA ENTRADA! En este hemos tratado de hacer una guía para los pacientes diabéticos, que incluye un poco de información sobre la enfermedad, síntomas y tratamiento, posibles complicaciones, recomendaciones para el control de la enfermedad y uno de las inquietudes más comunes: la administración de la insulina.
¿QUÉ ES LA DIABETES?
La diabetes es una enfermedad caracterizada por una elevación de los niveles de glucemia en la sangre. Si los niveles son muy altos (hiperglucemia) o muy bajos (hipoglucemia) se pueden producir numerosas complicaciones como el pie diabético, problemas cardíacos, oculares, etc. Algunas de estas complicaciones las veremos más adelante.
La diabetes podemos clasificarla, según la obtención y utilización de insulina, en:
- Diabetes tipo 1: el páncreas no es capaz de producir la insulina, ya que el sistema inmune destruye las células pancreáticas encargadas de la secreción de insulina (células beta). Se caracteriza por aparecer en edades tempranas, por lo que también se conoce como diabetes juvenil. Por tanto, este tipo de pacientes suele necesitar insulina.
- Diabetes tipo 2: en este tipo las células del organismo no utilizan la insulina como deberían, es decir, ofrecen una resistencia a la misma. Generalmente, se da en personas obesas, que llevan una vida sedentaria, y en personas de edad avanzada. No siempre necesitan insulina, sobre todo en fases tempranas, ya que puede controlarse con dietas y fármacos antidiabéticos.
Además, podemos encontrar una diabetes gestacional que aparece en el embarazo porque esta situación favorece el mal control de la glucemia en sangre. Suele aparecer en torno a las 28 semanas de gestación, por lo que se realiza un test especial para las embarazadas. Suele desaparecer tras el embarazo, pero aumenta el riesgo de padecer una diabetes al cabo de los años.
SINTOMAS DE ALERTA DE LA DIABETES:
- Poliuria: orinar mucho
- Polidipsia: sensación excesiva de sed
- Cansancio y somnolencia
- Reducción de la agudeza visual
- Pérdida de peso
Actualmente se diagnostican como diabéticas:
- Aquellas personas que presentan, al menos en dos ocasiones, una glucemia en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl.
- Aquellas con valores mayores o iguales de 200 mg/dl en pacientes con síntomas clasicos de diabetes.
- Aquellos con glucemia mayor o igual de 200 mg/dl a las 2 h de un test de tolerancia oral a 75 mg de glucosa.
- En aquellos con valores de hemoglobina glicosilada mayores o iguales a 6.5%.
La situación de prediabetes se considera en aquellos con glucemia comprendida entre 110 y 125 mg/dl o en aquellos con cifras entre 140-199 mg/dl tras la sobrecarga con 75 mg de glucosa. Estos pacientes corren mayor riesgo de convertirse en diabéticos en un futuro.
TRATAMIENTO DE LA DIABETES
En el tratamiento de los pacientes diabéticos se debe insistir mucho en la modificación del estilo de vida, como puede ser cambios en la alimentación, ejercicio físico,...
Podemos distinguir dos tipos de tratamiento:
- Tratamiento no farmacológico, que suele utilizarse en las fases iniciales de la diabetes tipo II. Se recomienda perder peso para controlar la diabetes, así como evitar azúcares refinados, la abstinencia tabáquica y actividad física.
- Tratamiento farmacológico: se basa en un tratamiento con pastillas en fases iniciales de la enfermedad, en ocasiones asociadas a insulina. El medicamento antidiabético de referencia para el tratamiento de la diabetes es la metformina, aunque existen otros como las sulfonilureas.
También están disponibles dos nuevos grupos de medicamentos pertenecientes a una nueva clase de tratamientos de la diabetes. Unos son los inhibidores de la DPP-4, como sitagliptina, vidagliptina; y los otros, los denominados análogos de la GLP-1, como exenatide y liraglutida.
Después de esta información general sobre la enfermedad, procederemos a explicar los distintos tipos de insulina y la aplicación de la misma en el hogar.
INSULINAS
Cuando no es posible controlar la diabetes con las medidas referidas anteriormente, se hace imprescindible la utilización de la insulina.
Básicamente, las insulinas se clasifican, por su modo-duración de acción, en:
- Insulina regular (acción rápida): tiene inicio desde los 30 a 60 minutos tras su aplicación (tiene máximo efecto 2-4 horas) y su acción tiene una duración 5 a 7 horas en el organismo. Esta insulina se inyecta 30 minutos antes de las comidas y son:
ACTRAPID VIAL
ACTRAPID INNOLET
- Intermedia (acción lenta): tiene inicio 1 a 2 horas (tiene máximo efecto 5-7 horas) y su acción tiene una duración 12 a 13 horas. Se utiliza como insulina basal cuando se inyecta dos veces al día o en una sola dosis antes de acostarse en un régimen de múltiples dosis. Dentro de este grupo encontramos: HUMULINA VIAL, INSULATARD FLEXPEN, HUMALOG BASAL KWIKPEN
- Mezclas, compartiendo características de las anteriores.
- Análogos: rápidos (inicio 15 min/duración 4 h), intermedios (inicio 2 h/duración 15 h) y lentos (inicio 2 h/duración 18h).
APLICACIÓN DE INSULINA EN EL HOGAR
En primer lugar, hay que tener en cuenta las zonas de elección para inyectar la insulina:
- Zona externa de los brazos.
- Zona superior y lateral externa de los muslos
- Cualquier zona abdominal donde exista grasa subcutánea.
- Zona superior externo de los glúteos.
¡¡IMPORTANTE!!: En el caso de brazos y muslos, se debe evitar inyectar la insulina cerca de las articulaciones.
- Rotación del lugar de inyección: es importante utilizar diferentes partes del cuerpo cada vez que se inyecta la insulina para evitar lesiones en el tejido subcutáneo que pueden dificultar la acción de la insulina. Se recomienda diseñar un sistema propio para hacer la rotación de las zonas de inyección, que ayuden a cambiar de zona de manera rutinaria. Por ejemplo, se podría aplicar en los días pares en la región derecha y en los días impares en la izquierda.
En niños pequeños y para reducir el miedo a las inyecciones:
Al inicio del tratamiento de niños pequeños y para reducir el miedo a las inyecciones puede ayudar utilizar un dispositivo llamado Insuflón. Se trata de un catéter que se inserta en el tejido subcutáneo y permite administrar la insulina sin necesidad de pinchar nuevamente. Tiene una duración máxima de 3 días.
¡Llama inmediatamente al médico o la enfermera de diabetes si!
- El niño tiene una reacción alérgica a la insulina: no es algo frecuente, pero cualquier persona que se administre insulina ha de ser consciente de las señales y síntomas de las reacciones alérgicas. Para repasar este apartado con detalle, conviene leer la información que viene en las ampollas de insulina. No obstante, los síntomas más característicos son: palidez, hipotensión, taquicardia, enrojecimiento.
- El niño se niega a que se le administre la insulina: Omitir o saltarse inyecciones de insulina puede causar rápidamente una descompensación metabólica (cetoacidosis) a cualquier persona con diabetes tipo 1.
PASOS PARA INYECTAR LA INSULINA
- Examinar la zona de administración. Evitar zonas que tengan bultos, morados, heridas o fisuras.
- Limpiar el área.
- Pellizcar suavemente la piel entre los dedos pulgar e índice.
- Coger la jeringa o el pen de insulina, que normalmente contienen agujas de 4, 5 o 6 mm de largo.
- Insertar la aguja en ángulo de 90º.
- Apretar el émbolo e inyectar la insulina.
- Soltar el pellizco y contar hasta 10 días antes de retirar la aguja de la piel.
- No frotar la piel después de sacar la aguja.
En caso de utilizar agujas de 8 mm de largo, se debe insertar la aguja entera en la piel en un ángulo de 45º.
A continuación, hemos insertado un vídeo donde una organización llamada CESFAM nos explica el material necesario y la forma de administrar la insulina en casa:
Por otro lado, haremos una serie de recomendaciones para aquellos pacientes diabéticos, para el control de la enfermedad, centradas, sobre todo, en el ejercicio físico y alimentación.
- EJERCICIO FÍSICO
- Practicar ejercicio moderado y adaptado a las posibilidades del paciente. Es importante tener en cuenta que los pacientes que se administran insulina, no deben realizar un ejercicio extenuante, ya que podría provocar hipoglucemias.
- Se recomienda hacer ejercicio todos o casi todos los días de la semana, al menos durante 30 minutos con intensidad moderada. Los ejercicios más recomendados son caminar, trote suave, bailar, nadar y montar en bicicleta.
2. ALIMENTACIÓN
- Es importante evitar los alimentos con alto contenido en hidratos de carbono, sobre todo azúcares de absorción rápida como pasteles, bollerías, mermelada, tartas y helados.
Se recomienda una dieta mediterránea, basada en la abundancia de productos frescos de origen vegetal, es decir, frutas, verduras, cereales, patatas, frutos secos, al menos 3 veces a la semana.
- Escasez de productos ricos en azúcares refinados y carnes roja
- Presencia de aceite de oliva como principal fuente de grasa
- Ingesta de queso, yogurt, pollo y pescado en cantidades moderadas.
- Evitar el consumo de alcohol, ya que favorece las hipoglucemias.
Por último, trataremos una de las complicaciones más comunes de la diabetes: EL PIE DIABÉTICO; así como una serie de consejos para evitarlo.
El pie diabético es el resultado de alteraciones en la sensibilidad (neuropatía periférica) y en el riego de las arterias (Artropatía periférica) debido a la diabetes.
Los factores más importantes para su desarrollo son el mal control de la diabetes, la neuropatía, las deformidades del pie (artropatía de Charcot), la arteriopatía y el tabaco.
Dichas alteraciones facilitan que un mínimo traumatismo o herida provoque úlceras o heridas de difícil cicatrización, y que originan infecciones graves, dolores y, en situaciones avanzadas, incluso amputaciones.
CONSEJOS PARA EVITAR EL PIE DIABÉTICO:
- Inspeccionar a diario los pies para detectar zonas enrojecidas, ampollas,...
- Antes de usar el calzado, inspeccionar con la mano su interior en busca de costuras, resaltes o cuerpos extraños.
- Usa calzado idóneo.
- Si tienes deformidades acudir a una podólogo.
- Cambiar calcetines y zapatos dos veces al día.
- No caminar descalzos.
- No acercar los pies a fuentes de calor.
- Evitar manipular tus pies quitando callos o durezas. Acudir al podólogo en dichos casos.
- Cortar uñas de forma recta y limarlas suavemente.
- Lavar los pies con agua a menos de 37º con jabón neutro, pero no más de 5 minutos. Secarlos muy bien
- Aplicar crema hidratante después del baño en zonas de riesgo.
- Comunicar a la enfermera, médico o podólogo las anomalías que encuentres en los pies.
Espero que esta entrada les haya resuelto muchas dudas y les haya sido útil, si no ha sido así podéis dejar vuestras preguntas y sugerencias en los comentarios. Nos vemos en la próxima entrada y que tengáis buen inicio de semana.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- MEDLINE PLUS
- REDGDPS
- WEBCONSULTAS
- AMERICAN DIABETES ASSOCIATION
- USCF
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- MEDLINE PLUS
- REDGDPS
- WEBCONSULTAS
- AMERICAN DIABETES ASSOCIATION
- USCF
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